Este artículo es un puro ejercicio de insistencialismo, de ese que me inculcó tan bien mi buen amigo Iñigo Camino. No busquen el término en el diccionario porque no existe, pero sirve para definir a la perfección el empeño de quien lo practica para que aquello que promulga no caiga en el olvido. Al contrario, para que sea recordado y transmitido hasta que cale como el mejor de los sirimiris. Vamos, que el insistencialismo no es más que dar la pelmada en tono positivo y constructivo. No es la primera vez que titulo uno de mis artículos con el número de teléfono de Satevi, el Servicio especializado de información y atención a mujeres víctimas de violencia machista del Gobierno vasco. Lo traigo a la memoria colectiva ante casos que golpean a la opinión pública y que, lamentablemente, no cesan. También me hago eco del mismo en fechas especiales o ante datos de cifras –siempre en aumento– de la violencia que se ejerce contra las mujeres o pronunciamientos políticos de recorte de derechos como los enarbolados por Vox y permitidos de manera bochornosa por el PP. Cualquier excusa es perfecta para recordar que el teléfono de ayuda 900.840.111 está habilitado las 24 horas del día los 365 días del año y que está atendido por magníficas profesionales. No deja rastro en la factura pero sí hay que eliminarlo del registro de llamadas. Hace dos semanas una mujer sufrió una grave caída desde un quinto piso de un hotel de Ziburu. Su pareja fue puesta en libertad tras prestar declaración y hoy está siendo investigada porque la mujer finalmente fue hallada asesinada en otra habitación de hotel en San Juan de Luz con signos de violencia. Para luchar contra la violencia de género debemos practicar el insistencialismo. No nos podemos quedar en el sobrecogimiento del caso conocido porque siempre habrá uno que sea peor. Se puede ayudar de muchas maneras y una de ellas es descolgar el teléfono para consultar lo que me pasa o le pasa a otra. 900.840.111.